Testimonio de Andrea Jordán:
Día 34, o 36, o 37…. de confinamiento,
si os digo la verdad he perdido la cuenta de cuantos días llevo en casa, solo sé
que son varios. Prefiero no pensar en cuanto llevo, si no en lo poco que queda
para poder volver a nuestras vidas cotidianas.
Por suerte tengo a mi familia
cerca, mis padres y mis hermanos comparten conmigo todas y cada una de las
horas que tiene el día; pero aun así anhelo a mis abuelos, en los que pienso a
diario, a mis tíos/as, a mis primas/os, a mis amigos, a mi novio, etc. Espero
con ansia el día que me dejen reencontrarme con todos ellos, será muy emotivo,
lo presiento.
Son días difíciles en los que mi
estado de ánimo va cambiando, hay días en los que me encuentro muy bien,
motivada, positiva, y otros en los que la ansiedad, la incertidumbre, la pena y
el agobio me acechan. Aun así, intento mantenerme distraída, haciendo cosas
diversas y manteniendo la mente ocupada.
Me ha dado por hacer deporte, una
tarea que estaba pendiente en mi lista de “cosas por hacer”. Dibujar, pintar mándalas,
colorear… son algunas de las actividades que repito casi a diario para pasar
mis ratos. He dado color a mi ventana, sí, cogí pintura, ceras y pinceles y mi
ventana a tomado color, un enorme arcoíris ha nacido de ella, eso y alguna cosa
más…
Hay actividades de mi vida
cotidiana que no han cambiado, una de ellas es teatro. Todos los sábados a las
11:00 conectamos nuestros ordenadores y desde la distancia nos juntamos. Entre bromas,
risas y muestras de cariño repasamos el guion, ese que nuestra directora
escribió con tanto cariño y que pronto compartiremos con todos/as los que se
acerquen a vernos.
Tras el Telón (mi grupo de teatro) también me inspira en estos días de confinamiento. En el dibujo de abajo podéis ver a Sauce uno de los personajes de nuestro último musical, interpretado por mi hermana. Este año me estreno yo como actriz, hasta entonces había formado parte del equipo de escenografía, donde he aprendido un montón de cosas.
También disfruto de mi familia y
de los ratos que pasamos juntos. Hemos rescatados juegos que hacia tiempo que
no jugábamos, hacemos retos, reímos, cocinamos, bailamos, nos hacemos bromas y
realizamos obras maestras como esta.
Son muchas las actividades que
compartimos los cinco juntos. Pero sin duda, una que recordaremos siempre serán
todos los aplausos de agradecimiento que día a día vamos acumulando. Todas las
tardes, cuando nuestros relojes dan las 20:00 salimos a nuestras ventanas y
aplaudimos con fuerza por todos aquellos que se están exponiendo y enfrentando
a este virus tan de cerca; aplaudimos por los médicos, por los cajeros, por los
policías, por los barrenderos, por los bomberos… Sin olvidarnos de todas
aquellas personas que se han ido con el virus, a los que también dedicamos
nuestro aplauso. Este rato lo disfrutamos y lo aprovechamos mucho, esos 10, 15,
20… minutos que duran nos dan ánimos para seguir con esta lucha.
Durante este tiempo no pueden
faltar los ratos de llamadas y videollamadas con aquellos que nos importan,
aquellos que sentimos más cerca cuando los vemos a través de nuestras
pantallas, aquellos con los que compartimos ratos diferentes y nos hacen del
día un día diferente. Gracias por dejarme sentirte cerca, por hacerme llegar
que estas bien y por regalarme ese tiempo.
Tenemos que ver el lado bueno de
todo lo que nos está pasando, estamos aprendiendo a ser más pacientes, a
valorar más a las personas y apreciar más sus trabajos. Estamos dedicando
tiempo a aquellas personas que tanto queremos.
Es tiempo de pensar, de agradecer
y de apreciar aquello que tenemos.
Testimonio
de Sarah Gomez:
Casi
al final de esta cuesta reflexionando en si todos estos días han sido tiempo
perdido o de verdad lo he aprovechado.
¿Sabéis
cuando queréis hacer muchas cosas, pero al final no tenéis tiempo? ¿Cuándo os preocupáis
demasiado por otros temas o personas y no tienes tiempo para ti? Pues así me sentía
yo un día normal, sin embargo, con este confinamiento he querido aprovecharlo
para invertir tiempo en mí.
Me
he hecho muchas mascarillas caseras para la cara, tratamientos para nutrir el
pelo ya que siempre me lo plancho y las puntas se resienten. Y hablando del
pelo, es el que más está sufriendo esta cuarentena ya que no paro de
toquetearlo. Antes de que empezara esto ya me corté el flequillo que en un
principio no iba a ser duradero, sin embargo, han pasado casi dos meses y aquí sigo
recortándolo cada semana para poder ver. También aproveche a teñirme, y pase
mucho miedo porque era la primera vez que lo hacia yo sola pero no me quedo del
todo mal.
Por
otro lado, siempre digo “mañana hago ejercicio” y nunca llega ese mañana. Gracias
a estos días he conseguido hacerme una rutina diaria de ejercicios que hasta el
momento solo me he salado dos días. Considero que en estos días al no poder
salir y que el movimiento sea escaso es muy importante hacer ejercicio y no
pasarte todo el día tumbado o sentado. Además, muchos ahora, con tanto tiempo
comen por comer y por aburrimiento…
También
he aprovechado el tiempo para estar con mi familia y así aprender unos de
otros. Las comidas nos las solemos repartir, unos días la hace mi hermano y mi madre
y otros mi padre y yo. He de decir que yo de cocinar se lo que viene siendo entre
poco y nada, pero gracias a estos días estoy aprendiendo a cocinar otros platos
y a comer un poco mas variado. Por las tardes, depende del día vemos alguna película
juntos o jugamos a las cartas y el que pierda hace la cena, aunque a la hora de
cenar cada uno lo hace cuando le apetece..
También
hablo con mi abuela a la que le he enseñado hacer video llamadas y cada vez que
me ve me dice “que guapa estas”. Me hace mucha ilusión hablar con ella y verla
porque ahora está sola y yo sé que eso la distrae. Mi abuelo el pobre lleva ingresado un mes, pero
no por coronavirus. Él dice que esta bien y que le tienen aislado para que no
se contagie, que no nos preocupemos que le cuidan bien. Yo pienso que nos dice
eso para que estemos tranquilo, pero tiene que estar triste porque está allí solo
y aburrido.
Por
último, quiero destacar que también redecoré/redistribuí mi habitación, pues
tantos días encerrada en el mismo sitio me saturaba. Así que cambié los muebles
de lugar y reordené algunas cosas y muchas otras las tiré. Mi madre dice que
tengo síndrome de Diógenes porque tenía todavía apuntes de 4º de la ESO, pero
es que nunca se saben cuando te pueden hacer falta..
También
encontré las temperas y un mándala a medias. Quise terminarlo, pero no quedo
del todo bien al pintarlo con las temperas asique como ya había manchado los
pinceles decidí hacer un dibujo sencillo de un paisaje. He de decir que pinto y
dibujo fatal en comparación con otras personas, pero considero que tampoco quedó
tan mal.
Y
bueno chicos y chicas esto es todo. Espero que os haya gustado y que si os aburrís
podéis hacer algo de lo que yo he hecho para distraeros.
No
os preocupéis que ya no queda nada #UNDIAMASUNDIAMENOS.
Testimonio Gema Guirao:
¿CÓMO VIVIR UN CONFINAMIENTO?
¿Cómo sería que de un día para otro te dicen que no te puedes salir de casa?... En 22 años que tengo no me hubiera imaginado que iba a vivir esta situación, creo que nadie se lo esperaba, pero ¿que se puede hacer?. Nadie te da un manual de "PAUTAS PARA SOBREVIVIR A UN CONFINAMIENTO" que en esta situación no hubiera venido mal, es una situación en la que tú estado de animo es muy vulnerable. Es cierto, que en mi caso soy una persona que pretende mirar el lado positivo de las cosas pero en esta ocasión no me era posible ya que solo me entraban pensamientos negativos.
Pero me dije que no podía seguir así, por lo que decidí hacer meditación por lo menos 15 minutos al día como mínimo, además salía a bailar por la ventana con mis vecinos y vecinas.
Asimismo para distraer mi mente decidí leer el libro que hizo mella en mí, que me hizo ver las cosas de distinta forma. En este se puede encontrar como ver la realidad de distinta perspectiva, como podemos sobrellevar una situación la cual no nos esperábamos.
Es muy recomendable la verdad que tras la lectura de este libro pude llevar la situación del confinamiento un poco más llevadera, con otro punto de vista, he de decir que no fue inmediato sino que hubo crecimiento de mi madurez a lo largo del confinamiento.
Además a mi familia y a mi nos dio por hacer repostería, nos encanta cocinar y no encontramos mejor manera de amortizar el tiempo, nos pusimos ha hacer rosquillas, torrijas, tortilla de patata... eso sí la única condición es que todos los integrantes de la familia debía poner su granito de arena.
Es verdad que mi confinamiento no ha sido ni el mejor pero tampoco el peor, ha habido días en los cuales mis sentimientos han estado a flor de piel, lo importante es que he aprendido a como gestionarlo. Ha sido una experiencia por un lado fortalecedora para mí y por otra agotadora mentalmente en el sentido de tener la incertidumbre a la hora del día.
Espero que esta situación me sirva como experiencia para un futuro y que no la olvide nunca utilizándola como un aprendizaje.